Este proyecto nació en el 2013. Comercializa pulpa de aloe vera congelada y hojas de sábila al granel.
Siete hectáreas de cultivo de sábila en la parroquia García Moreno, en la zona de Íntag (Imbabura) dan vida a la pulpa de aloe vera El Savilar. Este emprendimiento surgió a raíz de un problema de salud de Tatiana Guevara, su fundadora.
Esta imbabureña de 35 años padece, desde que era adolecente, de esofagitis crónica. Esta enfermedad inflama la capa interna que cubre el esófago. Por lo que sus principales síntomas son el reflujo gastroesofágico y el ardor desde el estómago hasta la garganta.
“Me recomendaron consumir aloe vera. Al principio, le mezclaba con agua, luego con jugos y a las pocas semanas sentí mejoría”, explica. Por eso integró aloe vera a su dieta, producto que no solo alivió su enfermedad, sino que incluso mejoró su cabello y piel.
En el 2013, y luego de ver buenos resultados con el cristal que proviene de la sábila, Tatiana Guevara decidió darle fuerza a un proyecto que consistía en vender hojas de sábila al granel, pero también pulpa congelada de aloe vera.
Primero, cuenta esta contadora de profesión, investigó a profundidad las bondades de esta materia prima. El resultado fue que el aloe vera puede tener usos medicinales para dolencias de la piel, calmar quemaduras menores, heridas y también mejorar el aspecto del cabello y de la piel.
Luego de obtener las respuestas acertadas a esta investigación, la emprendedora cuenta que sus padres, hermanos y esposo le ayudaron para obtener el capital inicial de USD 150 000, recursos destinados para comprar la finca en Íntag para cultivar la sábila.
Para el 2014, las siete hectáreas de esta planta produjeron 50 toneladas de aloe vera al mes. Pero El Savilar inicialmente empezó a comercializar hojas al granel.
Las primeras ventas ayudaron a obtener clientes en algunas cadenas de supermercados del país, pero para Tatiana Guevara esto no fue suficiente. Ella quería dar mayor comodidad y calidad a los consumidores de sábila, por lo que decidió vender la pulpa de aloe vera congelada.
Para esto, en la finca en la trabajan aproximadamente seis personas decidieron dividir la producción mensual: 25 toneladas para venta de las hojas a granel, y el resto para extraer la pulpa y comercializarla congelada, una actividad que mantuvieron todo el 2014 y parte del 2015.
Desde octubre del 2015 y luego de analizar a varias maquilas, vieron en la firma Huertosa a un socio estratégico para el proceso de extracción de pulpa.
Silvia Endara, jefa de ventas de Huertosa (empresa que comercializa pulpa de frutas)-además de maquilar otras marcas-, manifiesta que El Savilar es un emprendimiento muy valedero con un diferenciador: la venta de la pulpa de aloe vera congelada.
En esta procesadora elaboran aproximadamente 1000 empaques de 5000 gramos cada uno. Desde fines del 2016, El Savilar distribuye la pulpa de aloe vera y las hojas al granel a supermercados, también quieren incursionar en tiendas más pequeñas. El reto es posicionar los beneficios del aloe vera, que aunque sean muy reconocidos, no se utilizan constantemente por no estar en sectores estratégicos, dice Tatiana Guervara.
Fuente: Revista Lideres/lunes 28 de marzo del 2016

